El diseño de experiencia de usuario para Donald Norman, son una serie de principios que se basan en las necesidades del usuario y en hacer que los productos cumplan su función siendo comprensibles.
Centrarse en el usuario es muy importante, ya que si se conoce la problemática, analizando bien los intereses del usuario, se pueden resolver los errores o el mal uso del producto diseñado.
Norman dice que una de las cosas que ayudan a diseñar un buen producto para un un usuario es tener conciencia sobre los modelos conceptuales y los modelos mentales.
Los modelos conceptuales son aquellos que ayudan al diseñador a pensar en un modelo específico de usuario y de producto para crear la interacción. Y los modelos mentales son los que tienen los usuarios de si mismos de la interacción que tienen con los productos de acuerdo a su percepción.
Los principios para generar una buena interacción entre el usuario y producto, según Norman son: las prestaciones, los indicadores, la topografía y las limitaciones.
Las prestaciones son las propiedades percibidas a simple vista en el producto que ayudan a intuir cómo debe usarse, los indicadores son elementos visuales o auditivos que comunican una función o instrucción pero sin llegar a ser instructivos.
La topografía es que la relación entre los elementos de los productos tengan sentido entre sí. En la lectura pone un ejemplo muy claro del volante de un auto, de que cuando el usuario lo gira a la izquierda, se espera que el auto de vuelta hacia la izquierda y no a la derecha, de otra manera no estaría cumpliendo este principio.
Y por último, están las limitaciones que son como los indicadores, pero de las acciones que no es posible hacer con los productos. Estas limitaciones pueden ser físicas, semánticas, lógicas y culturales o sociales, dependiendo del producto.
Si es posible cometer un error, alguien lo cometerá...
... y es trabajo del diseñador suponer todos los errores posibles que se puedan cometer, precisamente para que a la hora de diseñar el objeto, se reduzcan al mínimo estas posibilidades.
Los errores también deben ser fáciles de detectar y sus consecuencias no deben ser tan grandes, de modo que los fallos puedan arreglarse. Cuando los objetos están mal diseñados producen malentendidos en las personas y en sus modelos mentales, esto causa que sea la gente la que se siente culpable al no saber utilizarlos.
Los modelos mentales son esenciales para ayudarnos a comprender nuestras experiencias, predecir las consecuencias de nuestros actos y saber cómo reaccionar ante diferentes circunstancias. Estos modelos se construyen con pocos datos y poca comprensión de lo que ocurre, pueden ser reales, ingenuos, complejos o simplemente no existir.
Los seres humanos tenemos una tendencia a darle una explicación a todas las cosas, a esto se refiere con que somos seres explicativos. Pero cuando construimos modelos erróneos en nuestra cabeza, nos lleva a las frustraciones de la vida cotidiana, aunque en el caso de sistemas más complejos, los malentendidos nos pueden llevar a consecuencias mucho más graves.
Luego de los modelos mentales de las personas, están las acciones y las intenciones. La acción humana tiene dos aspectos, la ejecución y la evaluación. La ejecución es lo que se hace y la evaluación es la comparación entre lo que hicimos y lo que queríamos hacer.
Aunque, para empezar primero está el objetivo, que es lo que se pretende alcanzar. Este se refleja en las intenciones y las intenciones se reflejan en los deseos internos y en las acciones que se pueden realizar para satisfacer a la intención propia.
Para llegar a un objetivo hay tres fases: la intención, secuencia de acción y ejecución. Después, el aspecto de evaluación tiene otras tres fases: percibir lo que ha ocurrido en el mundo, tratar de interpretarlo o de darle un sentido y hacer una comparación.
Y así es como se forman las siete fases de acción:
- Formulación del objetivo
- Formulación de la intención
- Especificación de la acción
- Ejecución de la acción
- Percepción del estado del mundo
- Interpretación del estado del mundo
- Evaluación del resultado
